Mi Facebook, mucho más que una red social para mí.

Facebook como muchos sabemos, es un sitio web gratuito de redes sociales que sirve para encontrarte y tener contacto con amigos, familiares y compañeros de trabajo alrededor de todo el mundo.

No puedo negar que cuando cree mi cuenta por primera vez en el Carelibro como muchos lo llaman, lo hice más por asegurarme de que fuera un sitio «de fiar», cuando hice salir a mis hijas de Hi5 porque me pareció poco seguro. Una vez allí,  fue demasiado emocionante empezar a encontrar y tener la opción de ver fotos de antiguos amigos del barrio, compañeros de colegio y trabajo, profesores, familiares que no veía desde que salí de Colombia.

Puedo asegurar que como herramienta de contacto social me resultó muy efectiva, rápida y emocionante. Nadie puede negar que como chismografo también es muy encarretador, poderoso y a veces dañino, sobre todo para los que tenemos tiempo de chequearlo a diario.

Pero he encontrado en Facebook algo más que un sitio para socializar y «chismosear». Por un lado, tengo en mi lista, una gran variedad de amigos y familiares dentro de los cuales hay desde bebés (si bebés, porque aunque no crean, muchos papás crean una cuenta en Facebook para sus chiquitines) hasta ancianos. Es muy interesante y enriquecedor ver todo lo que cada uno de estos contactos tiene para ofrecer de acuerdo con sus edades, género y actividades. He aprendido muchísimo tanto de niños como de adultos y mucho más de personas de la tercera edad. Ni que decir de los hombres que empieza uno a entender muchas cosas de su forma masculina de actuar.

Allí es donde FB se convierte también en una herramienta muy fuerte e interesante, la cual muchos no han descubierto, precisamente por verlo como un simple sitio social. He aprendido a través de mis contactos sobre Dios, medicina, mercadeo, publicidad, software libre, computadores, aspectos interesantes sobre valores que desconocía o que simplemente nunca había visto de esa manera, cocina, música (y bien actualizada), política, hijos, pareja, animales y si sigo la lista no termina. En Facebook puedo encontrar desde los comentarios y apuntes más inteligentes y finos que haya escuchado hasta los más inmaduros, superficiales y absurdos posibles (y les aseguro que no vienen precisamente del bebé cuyo papás crearon una cuenta de FB) y de todos esos apuntes he aprendido algo.

Para mí Facebook es mucho más que  un «What’ on our mind», comment, like, walls, juegos o galletas de la fortuna (que creo a muchos nos cansaron). Facebook es una herramienta en la que podemos aprender de muchos temas, cuando nuestros contactos lo enrriquecen con links, notas interesantes más allá de lo social.

Con mi Facebook he reencontrado amigos, amigos que tal vez antes no habían sido tan cercanos como ahora porque posiblemente en alguna época no les dí el valor que tenían. También los he perdido, pero apesar de que ya no estén físicamente, allí en Facebook quedaron guardados para siempre.

Varias veces antes descubrir tantos plus, me preguntaba que hacían algunos de mis contactos todo el día conectados allí. Ahora yo misma entiendo porque yo lo hago así no lo esté mirando todo el tiempo.

Amo mi Facebook, no sólo me reunió nuevamente con mucha gente a la que amo, sino que me abre cada día a un mundo super gigante de conocimientos y que mejor que vengan de cada uno de mis contactos que quiero y aprecio con todo mi corazón.